La historia de Blue
«El día de la liberación, en 1979, pregunté a mi madre por mi padre. Ella me dijo que los jemeres rojos lo habían matado». ◾◽
«Blue»🔹 es el mote de este conductor de tuk tuk, que después de 10 años con su vehículo pintado de ese color, nadie volvió a recordar su verdadero nombre: Thea. 🔹 Pero a él le gusta: «Es más fácil de recordar para los turistas» (se ríe). ➿

Blue perdió a su padre bajo el gobierno de los jemeres rojos.
🔸Sisu: «¿Sabes por qué le mataron?»
🔹Blue: «Ellos mataban a todo el mundo. No hacían falta razones«.
Pero él no recuerda nada, era muy pequeño. Su madre pertenecía al 38% de las mujeres que se quedaron viudas en el régimen. ♛ Ella sola sacó adelante a la familia. ⤵
A pesar de aquella pérdida, su madre, como muchos camboyanos expresan, no necesita un tribunal para lo que pasó. El karma, concepto del budismo, consiste en que aquellos que hagan el mal tendrán que pagarlo en su próxima vida. 🕉
La cárcel o el perdón no significan nada. «Mi madre va cada semana a la pagoda a escuchar las oraciones de los monjes y a llevarles comida». 🍲 Según esta religión los alimentos que ingieren los monjes o son ofrecidos a Buda son para los que ya han dejado esta vida. «Así mi madre se ha reconciliado con el pasado». 🚩
Blue aprendió inglés durante dos semanas en una escuela. Después se compró un diccionario y ha estudiado por su cuenta. 📚 «Era muy importante saber inglés para conseguir más clientes y poder contarles la historia de mi país».🗺
Blue habla con mucho cariño de su familia. «Todo lo que gano es para mis hijas y su educación«. 👪
Comiendo con Vasil
Blue no fue al único conductor de tuk-tuk que conocimos. Con Vasil vivimos una experiencia curiosa.
Vasil (derecha) guarda en una libretita las recomendaciones cariñosas que clientes de todo el mundo le han dejado.🌍
Le conocimos cerca del Palacio Real y le pedimos que nos acercara al Museo Nacional.🏯 Era la hora de comer y al terminar el trayecto nos invitó a acompañarle en la mesa. Allí estaba su amigo esperándole. 🙋
Este nos contó que de pequeño sufrió polio y desde entonces tiene una minusvalía en su pierna izquierda. Trabaja vendiendo libros en la puerta del museo para una asociación de discapacitados. Pero eso no le impide sonreír. Llama a Vasil «monkey».🙉
De creencias budistas, Vasil apartó de cada uno de sus platos una pequeñísima parte para «alimentar a Buddha» (se puede apreciar en la imagen). 🕉
Una vez terminó su comida nos despedimos. Debía seguir con su tuk-tuk recorriendo la ciudad, ganándose la vida y sacando sonrisas. 😁😁
Marisa López