Saloth Sar o Pot Pot, como ha pasado a la historia, es el líder más sanguinario que ha conocido la historia de la humanidad. Bajo su régimen 1,7 millones personas fueron asesinadas.
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Infancia y juventud
Saloth Sar nació el 19 de mayo en 1928 en Prek Sbauv, provincia de Kompong Thom. De padres campesinos, como el mismo diría, eran una familia acomodada pero no adinerada [1] aunque, con ciertas conexiones familiares con la realeza camboyana. Saloth Sar era el menor de siete hermanos. A los cinco años, como era tradición en su cultura, fue enviado a una pagoda budista, en la que los niños aprendían a leer y a escribir. Su estancia apenas duró unos pocos años, pues, desde muy pequeño, era patente su escasa capacidad intelectual; era un “mediocre estudiante”, como lo describiría David Chandler, uno de los mayores expertos en este campo y cuya su biografía sobre el líder jemer sigue siendo el punto de referencia para el conocimiento de su figura. [2]
Debido a los escasos medios económicos de su familia, no pudo ingresar en el Liceo Francés Sisowath, centro de la élite intelectual camboyana, pero sus padres no renunciaron a la idea de que recibiera una educación “a la francesa” e ingresó en el Colegio Sihanouk, donde consiguió graduarse en 1947. El hecho de que dos de sus hermanos trabajasen en el palacio real de Phnom Pehn: su hermano mayor en el servicio de protocolo y su hermana, Saroeung como bailarina del importante Ballet Real, le permitió entrar a formar parte también del servicio en el palacio.
Precisamente, sería el contacto con el mundo de opulencia de la vida palaciega el que despertó su rechazo por aquella élite “afrancesada” que vivía lujosamente mientras el pueblo campesino sufría las penurias del hambre y la pobreza.
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Toma de contacto con el comunismo francés
A pesar de un expediente académico bajo, quizás gracias a la influencia de sus parientes en palacio, consiguió al final una beca para estudiar radio electricidad en Francia. Una vez en París, Saloth Sar se unió definitivamente al grupo de jóvenes intelectuales camboyanos que se sintieron llamados por la órbita del Partido Comunista Francés, y por las tesis ideológicas del marxismo-leninismo. En este círculo conoció a sus futuros compañeros, So Sen, Ieng Sary y Khieu Samphan, entre otros, junto a los que fundó el Círculo de estudios comunistas, en el que los estudiantes jemeres empezaron a defender la independencia colonial de Camboya, apostando por una vía democrática hacia socialismo.
Otro de sus más reputados biógrafos, Philip Short, describe que probablemente fue un viaje que realizó como voluntario a la Yugoslavia de Tito, en la que el modo de vida campesino de su población, le inspiró profundamente.[3]
De este período universitario es precisamente su artículo “Monarquía o Democracia” publicado en la revista de la Asociación de Estudiantes Jemeres. En el escrito, Sar, atacó la monarquía camboyana que según él era “una pústula maloliente que vive gracias al sudor y la sangre de los campesinos.” El joven afirmaba que solo la asamblea nacional y los derechos democráticos darían al pueblo camboyano la ocasión de tomar las riendas de su destino y citaba como ejemplos: las revoluciones francesa, estadounidense y china. Por último, proclamó que “la democracia que reemplaza la monarquía es una institución incomparable y pura como un diamante” para terminar exigiendo la abolición inmediata de la monarquía en Camboya.[4]
También fue en la capital francesa donde conocería a las hermanas de Khieu Samphan: Khieu Ponnary y Khieu Thirith, quienes se convertirían en las primeras mujeres camboyanas en obtener un título universitario. Ponnary y Thirith contraerían matrimonio antes de volver a su país con Saloth Sar y Ieng Sary, respectivamente. Lazos de sangre que se convertirían en alianzas políticas que salvarían a todos de las purgas posteriores durante la Kampuchea Democrática.
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Regreso a Camboya y primeros pasos en política
En 1953, Saloth regresó a Camboya, aunque sin título universitario alguno, pues suspendió tres exámenes finales y, por ello, perdió la beca. Otra vez sumergido en las turbulencias políticas de su país, mientras ejercía de profesor en un colegio privado de la capital, decide ingresar en el Partido Comunista de Indochina creado por el vietnamita Ho Chi Minh. Sin embargo, su experiencia al lado de los comunistas vietnamitas sería decepcionante e incluso llegó a despreciarles. En la mente de Saloth Sar fue fraguando cada vez más la idea de que desde Vietnam se planeaba la conquista del territorio camboyano para formar la gran Indochina bajo su dominio.
En 1960, el movimiento comunista camboyano proclamó su independencia de la influencia vietnamita y en 1963, tras el asesinato del líder durante las persecuciones contra la izquierda ordenadas el príncipe Sihanouk, se convirtió en el secretario general del partido. Pero, finalmente, también él se vio obligado a huir de la capital y a refugiarse en las montañas. Durante este período en la selva, Sar aprendió de la vida espartana y humilde del campesino camboyano, un modus vivendi que lo consideraba puro, sin mácula de la corrupción que había traído el colonialismo occidental.
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Pol Pot, nombre de guerra
En 1966, Pol Pot, que ya había adoptado su nombre de guerra, realizó un viaje a la China de Mao, que acababa de lanzar su Revolución Cultural. Inspirado por lo que allí vio, quedó convencido de que ese era el cambio que quería para su país. A su regreso, sus simpatías hacia el comunismo chino, aumentó aún más su distanciamiento con los comunistas vietnamitas de Ho Chi Minh.
El partido decidió abandonar la vía democrática y apostó por la guerrilla y la toma de las armas. Además, la guerra de Vietnam ya llevaba dos largos años desarrollándose y Pol Pot veía inevitable el uso de la violencia, bien contra un régimen pro americano o por una intervención directa americana en el país. Los bombardeos americanos y el golpe de Estado de Lon Nol auspiciado por Estados Unidos, le dieron la razón.
Una guerra civil dará comienzo en la que los jemeres rojos sería apoyados por China y por Sihanouk que había sido depuesto y las fuerzas republicanas de Lon Nol que contaba con la ayuda americana. En 1975, la guerrilla gana la guerra.
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Gobierno de los Jemeres Rojos
Pol Pot inicia entonces el régimen más sanguinario jamás conocido. El 17 de abril de 1975 con la toma de Phnom Penh, impulsa su proyecto socialista jemer frente al proyecto de Ho Chi Minh, rompiendo ya totalmente con Hanoi. En él, impone su propia visión del maoísmo en su perspectiva más violenta: quiere conseguir que Camboya sea un grandioso campo de arroz, trabajado por la raza más pura, la de los campesinos.
El resto debía morir o purgar sus pecados en el campo. Su determinación contrasta con su actitud como Primer Ministro. Pol Pot no será una figura visible. En contraste, se esconderá bajo el nombre del partido: el Angkar. De hecho, su nombre no será conocido por la CIA hasta 1977 cuando trascienden una serie de fotografías suyas que ya lo sitúan como el secretario general del partido. Hombre misterioso y poco dado al culto personalista del líder, a diferencia de otros dictadores, fue siempre muy discreto y prefirió trabajar en la sombra. Hombre amable y humilde, de voz suave, sus colaboradores decían que era “capaz de enviar a alguien a la muerte con dulces palabras”, lo que puede dar una idea del magnetismo que ejercía en aquellos que le rodeaban.
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Exilio en la selva, juicio y muerte
La invasión de Vietnam en enero de 1979, marcó el fin del régimen de terror de los jemeres rojos. En ese momento, Pol Pot busca refugio al noroeste, en la frontera con Tailandia, desde donde trata de reorganizar a la guerrilla con ayuda China, que no quería una dominación vietnamita del país pues supondría aumentar la influencia soviética en Asia y la americana que, en plena guerra fría, también quería evitar cualquier aumento de la hegemonía de la URSS.
En 1982, se alía de nuevo con el príncipe Norodom Sihanouk y fundan un partido, el FUNCINPEC, en contra de la invasión de Vietnam. Cuando en 1988, los vietnamitas comienzan a abandonar el país, Pol Pot, vuelve a Camboya aunque siempre bajo resguardo, en la selva.
En 1985 dimite como comandante de los Jemeres Rojos pero sigue ejerciendo el poder. En 1991 trató de influir en las negociaciones de los Acuerdos de París, sin éxito. En ellos se acordó la instauración de una monarquía parlamentaria en Camboya y la celebración de unas elecciones supervisadas por la ONU.
Cada vez más aislado, con menos soldados dispuestos a seguirle y con una permanente sensación de sentirse objetivo de una conspiración por parte de sus más allegados, en 1997, ordena la muerte de su viejo compañero y amigo Son Sen, al que acusa de traición ordena ejecutar junto a toda su familia. Esta decisión despierta el rechazo mayoritario de los jemeres rojos.Ta Mok, segundo al mando, le arresta y es sometido a un juicio popular, que lo condenaría a una prisión domiciliaria.
Nate Thayer [5], uno de los dos únicos periodistas que pudieron asistir al juicio describe la expresión del líder durante el proceso: “se podía ver la angustia en su rostro, cuando era denunciado por sus antiguos leales. Estaba a punto de llorar”.
Fue un juicio en el que solo fue acusado por sus últimos asesinatos. Pol Pot nunca respondió por las millones de víctimas que reposaban sobre sus hombros y en la única entrevista concedida a este mismo periodista ese año, confesó tener la conciencia muy tranquila.
Pocos meses después, el gobierno de Bill Clinton ordenaría su arresto para ser juzgado por un tribunal internacional. Sin embargo, la muerte le llegó poco después en aquella cabaña de bambú en la selva. Su cuerpo fue incinerado en una pira funeraria compuesta de un colchón que reposaban sobre unos desgastados neumáticos. Este cuadro podría configurar el único juicio natural al que la historia sometió al líder de los Jemeres Rojos, responsable de la muerte de casi dos millones de personas.
Notas a pie de página
[1] Respuesta de Saloth Sar a un grupo de periodistas yugoslavos en 1987 de visita en Kampuchea Democrática
[2] CHENDLER, David P. Brother Numer One, a political biography of Pol Pot. Westview Press, 1999
[3] SHORT, Philip Pol Pot, anatomy of a nightmare, Henry Holt, New York, 2004
[4] MABEN, Adrian (director) y LECUYER, Brigitte (productor). (2001). Pol Pot y los Jemeres Rojos. Francia: ARTE France.
[5] THAYER, Nate. Corresponsal de la Far Eastern Economic Review y único periodista al que Pol Pot concedió una entrevista, pocos meses antes de morir.
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